Repetidamente hacemos hincapié en la necesidad de “combatir” los efectos negativos del envejecimiento a través de distintas actividades. En concreto, para ejercitar nuestro cerebro y mantener un nivel cognitivo adecuado, resulta indispensable recurrir a la lectura, motivo por el cual, desde Vitalia, hemos decidido dedicar un taller específico a esta actividad.
Distintos estudios neurológicos han recogido a lo largo de los años la idea de que actividades como la lectura pueden ayudar a preservar la integridad estructural en el cerebro de las personas mayores. De hecho, distintos especialistas en neurología y psicología recomiendan la lectura como método preventivo del Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. En resumen, podríamos afirmar que la recomendación de los expertos es mantener el cerebro “ocupado” para mantener resultados positivos en nuestra salud cerebral.
A través de la lectura, se favorece la concentración y la memoria, y esta tarea modifica nuestro cerebro; leer aumenta la materia gris y las neuronas, favoreciendo la compensación –que nuestro cerebro active zonas que no funcionaban o no lo hacían correctamente, para combatir el deterioro de otras-, mejora la empatía y las relaciones sociales y enriquece el vocabulario. Además, mejora la sintaxis y la gramática.
Con nuestro taller, pretendemos reavivar el gusto por la lectura, animar a los asistentes a retomar la costumbre y el hábito de la lectura en caso de haberlo perdido, y detectar precozmente cualquier problema que pueda aparecer en el ámbito lectoescritor para poder afrontar su tratamiento.
En nuestro taller de lectura de Vitalia, compartimos en grupo la lectura de un texto, leído por distintos voluntarios y luego se contestan distintas preguntas referentes al texto leído. Resulta una actividad amena, capaz de mantener la atención de todo el grupo (incluyendo a aquellos asistentes que deciden no leer en voz alta y seguir la lectura individualmente, sin perder el hilo), y que ha resultado gratificante para todos los participantes que no sólo contestan a preguntas referidas al texto leído sino que también se interesan activamente en realizar consultas sobre el texto, el autor, el contexto, etc.
De esta forma, realizamos una actividad que no sólo resulta útil para la salud de nuestro cerebro, sino que además es una tarea lúdica, divertida, que fomenta el hábito de la lectura y el trabajo colaborativo entre los distintos compañeros.
Inmaculada Bravo Cáceres
Neurologopeda de Vitalia Alcalá de Henares
