Dragón de fuego

Burne-Jones, Mónica López Bordón, poesía, editorial Playa de Ákaba
«Destino consumado». Burne-Jones
Así besándote despacio ahogo un pájaro,
ciego olvido sin dientes que no me ama

Vicente Aleixandre

Dime,
dime porqué beso tus besos
hasta las entrañas de la muerte
sabiendo que llegará un día
y la vida será convertirnos en polvo.

Dime,
dime porqué el dragón besa
ese fuego de la piel
reflejado en el viento de la espalda.

Dime, amor, dime
porqué aunque duela, te amo
aunque duela en gemido abierto,
En grito acariciado por lirios y gardenias.

Duele, amor, duele
morir en tus besos besados
sabiendo que algún siglo
no viviré.

Sueño.
Hoy soy enero y primavera

tu sombra
la luz de la carne
besada en la plenitud.

15 comentarios en «Dragón de fuego»

  1. Aunque la vida un día pueda convertirnos en polvo besar es uno de los placeres más codiciados .
    Un simple beso puede quemar como fuego y hacer que nuestro cuerpo arda de placer.

    Un beso

    Responder

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