Hoy quiero dedicarle esta columna a mi querido abuelo Gumer que acaba de celebrar su 90 cumpleaños. Hace unas semanas viajé a mi amado Bierzo del alma para asistir a la fiesta que él organizó con sus listas de invitados para la comida, el café y la cena. No deja de sorprenderme esa vitalidad, esa sonrisa, esa alegría. Firmo por llegar así a los noventa. Todos los días se levanta a las siete de la mañana, se lee uno o dos capítulos de algún libro que trate de la historia de España, que es su gran pasión, y después coge su bici y se va a “vigilar” las huertas. Así durante todo el día, es incansable. Siento el orgullo de ser su nieta mayor y eso, aunque parezca que no, alguna responsabilidad conlleva, estar ahí, conversar y escuchar sus largas e infinitas historias de las que recuerda cada detalle al milímetro: nombres, apellidos, días, horas, meses, años…escribir algún poema o simplemente escribir, ¡está tan orgulloso!. En el salón de su casa, una casa entrañable en la que he crecido y donde cada lugar tiene un olor especial, un recuerdo, tiene enmarcado y colgado la nota que publicó Puerta de Madrid cuando le hicieron, hace más de un año, un homenaje sus amigos, sus compañeros de la asociación de mayores de Toral de los Vados. Y ahí está él, de nuevo tan feliz, con todos sus camaradas. El sábado lloró de emoción, tanta emoción contenida, 90 años no se cumplen todos los días, decía al inicio de la fiesta, brindis, risas, canciones, una tarta enorme, familia, amigos, vecinos. Pasamos un día inolvidable.
Me gusta dedicarle esta columna para decirle que le quiero, que es un ejemplo a seguir en humildad, trabajo, entrega y permanencia en la vida. Es en uno de los espejos en los que me miro muchas veces, su sabiduría y ese paso por la vida que deja la huella de saber estar. Sé que soy una privilegiada, poder celebrar los 90 años de mi abuelo es un gran regalo. Decía Alejandro Dumas que “toda la sabiduría humana se sintetiza en dos palabras: aguarda y confía”. Un buen ejemplo para llegar feliz a los 90. Muchas felicidades abuelo, te quiero.
Mónica LÓPEZ BORDÓN
Periodista y Escritora
www.monicalopezbordon.com
@MonicaLBordon
Artículo publicado en el número 2.196 del semanario Puerta de Madrid. Alcalá de Henares
Hola, Mónica. Cuando yo cumpla noventa años, quiero tener una nieta como tú. Es un orgullo tener un abuelo así, pero también es un orgullo tener una nieta como tú.
Un beso.