Cinema Paradiso

Esta semana les propongo que recuperemos el trabajo de los maestros, que releamos, que retomemos a los grandes poetas, pintores, directores de cine. A los maestros. Cinema Paradiso es una película que no van a encontrar en ninguna cartelera actual. La descubrí por puro deseo. Raúl Martín es un compañero de trabajo, un apasionado del cine, hablamos mucho de los estrenos que vamos a ver, intercambiamos opiniones y el otro día me dice que si no he visto Cinema Paradiso.

Al decirle que no, me comenta: ‘Tienes que verla. Puedes escribir sobre ella, es una gran película’. Movida por la curiosidad (estaba segura de que era una buena película) me hice con ella. De verdad, recupérenla y disfrútenla Giuseppe Tornatore ha creado una película magnífica. Es un trabajo enamorado, cine del bueno. Si ya la han visto merece la pena volver a disfrutarla. El personaje de TOTO es una maravilla, un niño encantador que conquista desde el primer segundo. Es una película perfecta: el pueblo, la historia, los protagonistas, los diálogos, la música y el trasfondo de libertad, del cine como escape, como otra forma de vida, otra forma de sentir, de viajar. Por eso el cine es un arte, es vivir. Es una dosis de pasión indescriptible para disfrutar, gozar y sentirse vivo. Recuperen también El Pianista de Roman Polanski y Hable con ella de Almodóvar.

Hoy pienso en los maestros, yo tengo un maestro: Miguel Óscar Menassa, y es un lujo poder crecer con su saber, con su poesía, con su trabajo. Y es un maestro porque aprendemos de los que existieron antes que nosotros, poetas que se publican en la revista de Poesía Las 2001 Noches, que es mi revista de cabecera. Leo la prensa y me paro a pensar: los editores están preocupados por el bajo índice de lectura. Me preocupa. Me preocupa la cultura, la formación, el compromiso, la entrega, la falta de deseo. Recuerdo Cinema Paradiso y es inevitable, me sale una sonrisa, ojalá que se estableciera en esta sociedad un poco de esa ilusión para aprender, para ser más felices, sólo por amor, que es el final de la película de Tornatore, el amor de Alfredo por el cine. El amor de Tornatore por la vida, por los sueños, por la felicidad.

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