Al compás de la naturaleza…

Respirar el aire fresco de los pueblos se ha convertido en algo imprescindible para muchos viajeros que deciden destinos rurales para escapar del ruido y escuchar el trino de los pájaros, ahora también pueden ser pastores por un día. La verdad es que este fin de semana también pude disfrutar de mi pueblo en el Bierzo, un lugar a 400 kilómetros de Madrid, con un río de agua transparente donde sus paseos son el traslado a otro ritmo.

Cambia la sonrisa, la mirada…cada vez que voy allí olvido el reloj frenético de la vida de la ciudad…¡es tan diferente! No sé si la gente es más feliz pero desde luego que viven al compás de la naturaleza, sí. Aproveché para pensar, más profundamente, en dos lecturas aquí recomendadas: la primera de ellas es el libro Cometas en el cielo de Khaled Hosseini (Ed. Salamandra), he vuelto a sus páginas varias veces.

Es una historia dura, enternecedora al final y con un contenido humano de primera línea: el escritor ha armado la historia desde la envidia de un personaje un niño que por ganarse el favor de todos va creciendo en su soledad egoísta y rompiendo todo pero llega la vida y se complica cada vez más, vivir en Afganistán no es fácil, nos habla del año 2000, de la guerra, de la rivalidad entre clanes, de las venganzas. Dice Isabel Allende sobre el libro que es una historia inolvidable, y realmente lo creo así. Y la otra propuesta es Chicas de Riad, de Rajaa Alasanea (Ed. Emecé). Una joven musulmana que relata la vida de las niñas, jóvenes y mujeres en su país. Venden este libro con el epígrafe del diario «Britge Jones» en estilo árabe, pero sinceramente, no tiene nada que ver.

Chicas de Riad no tiene ese humor, la ironía o la gracia de Britge Jones. Aquí una amiga cuenta la situación de las jóvenes a través de la vida de cuatro compañeras donde lo que se muestra es la ideología, la religión, las relaciones familiares y la capacidad y libertad de movimiento que tienen. En esta ocasión aparece también con el epígrafe de «la novela prohibida en Arabia Saudí». Así que antes de imaginar nada es mejor leerla.

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