Inacabable amor y deseo

Cuadro de Hamish Blakely

Sorpréndeme las manos con titánicas embestidas

vísteme los labios desbordados de pasión furtiva
muéstrame, en los bordes de tu piel,
el cuerpo ligero y el rostro cálido,
tiernamente,
con tu distraída voz, inagotable y vividora.
Quietamente dime la verdad con dos palabras
sencillas, hermosas, vencidas en la melodía prometida,
tejida en las impenetrables manos del poeta.
Y no me preguntes nada.
Sé que dormí el deseo en el soliloquio del alfarero,
aquel que me dijo:
“Vendrá la primavera, contigo vendrá la primavera
y rozará el verso en la noche azulada,
la gloria embellecida y todas sus flores,
lirios, violetas, guirnaldas y rosas deshojadas
por un mirlo inquieto”.
Irremediablemente tienes que decirme
del inmenso abrazo agarrando nuestro pecho,
detenido en todas la bocas abiertas al mundo.
Despiértame de esas fantasías del oráculo,
del presentimiento y de las tentaciones
contra el abismo sin sentido.

Mírame,

mañana, desprovista de mi nombre,
seré en tus manos seguro azar, y un amor.
Te observo desde el umbral,
arden tus labios y los ojos de mujer.
Ven a buscarme…

19 comentarios en «Inacabable amor y deseo»

  1. Excelente poema

    "Mírame,
    mañana, desprovista de mi nombre,
    seré en tus manos seguro azar, y un amor"

    Estos verso son una definición sublime de la realidad

    Un abrazo

    Responder
  2. Precioso poema que no conocía y que al dejar el link en el Facebook me ha dado la posibilidad de leer tranquilamente. Gracias por ello.
    Un abrazo y feliz miércoles.

    Responder

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