Cuadro de Edna Crompton |
Comienzo un cuento de invierno
cuando resbala de la mañana
su aroma secreto a paraíso.
Me deslizo entre las sábanas
como si una ola fuese todo el mar
y habitase en su fuerza
cualquier silencio y su misterio.
Sé que la vida corre igual que la sangre
y decido olvidar.
Busco el fuego de la letra
con toda su pasión,
un verso posible.
Llega el invierno y no encuentro
un final cuando se aproxima
tu cuerpo a mi cuerpo.
caminamos el tiempo en nuestro refugio,
piel y abismo,
noche y viento…
Nos miramos sin preguntar,
de nuevo la respuesta quedó
sin principio ni final.
Me vestí tan mortal como la lejanía.
En mi noche escribí la sombra de una lágrima
y la dejé partir.
Otros poemas:
Fuga
Carne de versos
Hay un tiempo para la noche bajo la luz de las estrellas