Inesperadamente,
todo te nombra.
Camino con la noche en los ojos,
el mundo se paraliza
y tú te acercas,
inesperadamente,
en esta palabra escrita para nadie.
Un viento de amor nos envuelve…
Un día cualquiera
llegaron tus manos
y el gozo de vivir.
Tu voz se arropa entre mis brazos,
renaces,
vuelves a hospedarte en cada sílaba,
tan mío…
Inesperadamente,
todo te nombra.
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