Mis nervios están locos, en las venas
la sangre hierve, líquido de fuego
salta de mis labios donde finge luego
la alegría de todas las verbenas.
Tengo deseos de reír; las penas,
que de domar a voluntad no alego,
hoy conmigo no juegan y yo juego
con la tristeza azul de que están llenas.
El mundo late; toda su armonía
la siento tan vibrante que hago mía
cuanto escancio en su trova de hechicera.
¡Es que abrí la ventana hace un momento
y en las alas finísimas del viento
me ha traído su sol la primavera!
ALFONSINA STORNI
Cuadro: «Mujer sentada de espalda a la ventana. Henry Matisse»