Me ha encantado encontrarme en la Feria del Libro con una edición de todos los cuentos de Gabriel García Márquez reunidos en un solo volumen. Su portada parece que hace un guiño a la que luego sería su primera novela: “La hojarasca”. Parece como si fuera otoño, la presentación son muchas hojas de parra enrojecidas y llena de raíces donde lo mejor está por llegar. El volumen lo componen 41 cuentos escritos y publicados entre 1947 y 1980. Están distribuidos en cuatro bloques: “Ojos de perro azul”; “Los funerales de la mamá grande”; “La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y de su abuela desalmada” y cierra el libro “Doce cuentos peregrinos”.
Como lectores es muy interesante disfrutar en cada cuento de la genialidad que siempre tuvo Gabriel García Márquez, desde el inicio hasta el final nos llega una de las leyes de vida del gran escritor: nunca se rindió. Para mí ha sido muy interesante volver a leer sus cuentos, esta vez de una manera diferente, todos juntos y como obra precedente a lo que sería su trayectoria posterior como novelista.
En “Ojos de perro azul” vemos cómo se va gestando lo que luego será Macondo y “Cien años de soledad”, un ensayo donde hay dos relatos especialmente impactantes: “Tubal-Caín forja una estrella” y “La otra costilla de la muerte”.
En este libro de cuentos vemos los inicios del Gabriel García Márquez más puro y siempre con una escritura tan pulida, ni sobra ni falta ninguna palabra. Cada relato es una historia con principio y final, un pensamiento, una certeza o una duda. El escritor se deja llevar por todos los confines, a veces llega a algún lugar, otras se difumina. Escribe en uno de sus cuentos: “Trató de levantar entre su pasado y su presente una trinchera de lirios”…
Un maravilloso mosaico que muestra la gran belleza de la literatura y del relato corto. Magistral.
Mónica LÓPEZ BORDÓN
Escritora y Periodista
www.monicalopezbordon.com
@MonicaLBordon
*Artículo publicado en el número 2.343 del semanario Puerta de Madrid. Sábado 14 de junio de 2014. Alcalá de Henares.
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