La nutrición es toda una ciencia. Cuanto más sepamos sobre sus principios mejor podremos controlar el peso de forma sana y sin tener que seguir ninguna dieta.
Aunque el comer es una necesidad vital es interesante que esta necesidad sea cubierta con alimentos sanos y equilibrados que puedan aportarnos todos los nutrientes necesarios para que nuestras defensas estén al 100%.
Está completamente comprobado que una dieta equilibrada es la mejor de las herramientas con las que contamos para tener una vida sana y prevenir muchas enfermedades y a la vez, mantener controladas las ya existentes, como la diabetes, hipertensión y otras enfermedades coronarias. Además, también está comprobado que comer sano hará que envejezcamos mucho mejor, manteniendo piel, huesos, cabellos y órganos internos más sanos.
Aunque al principio cueste cambiar los hábitos alimenticios, la recompensa será tan rápida y evidente, que no se querrá dar marcha atrás. Peso bajo control, buenas digestiones, mejor salud, piel bonita… se puede conseguir, tan solo, introduciendo algunos cambios en la forma de comer, siguiendo estos consejos:
Hay que mantener una dieta variada y equilibrada, esto significa, incluir todos los nutrientes en una proporción adecuada a razón de 50-60% de hidratos de carbono, 10-15% de proteínas y 20-30% de grasas. Es importante realizar cinco comidas diarias, sin saltarnos ninguna, la cena debe ser ligera y hacerla por lo menos dos horas antes de irnos a la cama. A la hora de cocinar es mejor preparar los alimentos a la plancha, asados o cocidos, evitando en lo posible los fritos. Aumentar el consumo de pescados no grasos, pollo sin piel y reducir el de carnes grasas (cordero, cerdo…). Mantener una dieta rica en fibra, para ello aumentar el consumo de frutas, verduras y productos integrales. Consumir dos raciones de legumbres a la semana. Reducir el consumo de grasas saturadas: los productos lácteos mejor desnatados y no son aconsejables los alimentos precocinados ni la bollería industrial. Reducir el consumo de azúcar y bebidas refrescantes. Evitar los alimentos con alto contenido en sodio (conservas, productos enlatados, alimentos preparados…)
Evitar hábitos tóxicos como el tabaco y en cuanto al alcohol, hacer un consumo moderado.
Es muy importante también el mantener una adecuada ingesta de líquidos, aprox. 2l al día, además de agua podemos incluir zumos, refrescos sin gas y sin azúcar, infusiones, caldos… de esta manera evitaremos la deshidratación tan frecuente en los meses de calor que pronto vamos a tener.
Sin duda alguna tenemos motivos más que suficientes para mantener una dieta equilibrada como factor esencial para poder disfrutar de una mejor calidad de vida. Viviremos más años y con mejor salud.
Y no hay que olvidar, para mantener unos hábitos de vida saludables, el realizar ejercicio físico de forma regular, es suficiente con 30 minutos de ejercicio físico al día, eligiendo la actividad que mejor se adapte a nuestros gustos y necesidades, como caminar, correr, montar en bici, apuntarnos a un gimnasio, nadar… cualquiera de ellas nos aportará grandes beneficios.
María José García Delgado
Enfermera de Vitalia Alcalá de Henares
